El Ruido, El café y la Radio

“Creo que en este medio hay que se original, eso es lo que yo particularmente hago”Carlos Cordero es conductor y co-productor del programa “Hablan los Jóvenes2 que se transmite los martes y jueves a las 9:00 pm. Por la 95.3 fm
“Hablan los Jóvenes”, el programa que se transmite los martes y jueves a las nueve de la noche por la 95.3 fm fue el seleccionado para hablar de la radio Dominicana, específicamente en la opinión de Carlos Cordero uno de los conductores y co- productores de este programa.
Al contactarlo no solo advirtió que no era un locutor como algunos grandes pero que no tenía problemas en dar “Unas cuantas palabritas a sus fans”. Acordada la hora y el lugar comenzaron a llover las preguntas que esperaban ansiosas unas que otra respuesta.
La calle como siempre era un caos – 6 de la tarde, hora de salida de los trabajos, hora en que todo el que va a dar una vuelta antes de ir a casa, sale como por “extracción de la gravedad de los cuerpos” - el novel locutor ya sentado calmadamente con un “aire de seguridad” esperaba en el lugar acordado, -Carmel de Diamond Mall-.
Entre la algarabía de los niños que jugaban en los alrededores, los enamorados que llegaban para entrar a las salas de cine y las personas que llegaban a “botar” el estress del trabajo con un café y unas rosquillas comenzó la entrevista
“Por qué a mí?” entre sonrisas preguntaba y solo un gesto de encoger los hombres se apodero de él, al final se veía más intrigado de lo que pensaba y menos seguro de lo que se notaba.
-Bien!, Comencemos- invitó el, … un sonido de duda se apoderó de la mesa y solo se escuchó… Bueno!! Que decirte de la radio dominicana, que es algo que hay que trabajar mucho, más claro de ahí y se daña. Tomó un sorbo del cappuccino de vainilla que tenia enfrente y dijo: - mi estilo es libre, busco la originalidad, no copiar de nadie y eso es lo que deben hacer muchas personas que trabajan en este medio… el programa en el que trabajo es de jóvenes así que hablo como ellos, porque claro soy joven también- sonrió – creo que si dejamos las vulgaridades y utilizamos un lenguaje sencillo pero limpio nuestra radio sería excelente.
El ruido se hacía cada vez más intenso y dejaba poco espacio para escuchar, frunciendo el seño, como quien quisiera gritar fuerte para que todos bajaran la voz dijo: - creo que no escogí el mejor lugar pero… nada que le vamos a hacer- tomó otro sorbo de café nuevamente y continuo – Sí, creo que si concientizamos a los “jóvenes” – resaltó esta palabra como si fuera la única que contara- en que el la originalidad no está el hablar mal, la radio sería un medio de comunicación fenomenal, sabes lo desagradable que es escuchar un programa de radio y oír a un locutor diciendo “hey dime que lo que manito” eso está fuerte… o cuando llama una chica que esté le diga “mami y que tu cocinas, dame de tu moro” – suena una carcajada que al parecer arropa toda el ruido de alrededor- no es que no seamos jóvenes si no que hablemos como se debe.
Vuelve a reír sobre su propio chiste y al parecer mira su taza de café como quien deseará que está se auto llenará sin tener que pagar una cuota extra y dice: - todo se basa en la persona, no solo es el director de la radio, ni la gente que escuche el programa porque nosotros no tenemos esa “bacaneria” de hablar prosaicamente y aun así tenemos nuestro grupo de personas que nos siguen, aun soy de los que piensan que la costumbre hace ley- tomó el último sorbo que le quedaba en la taza, miró alrededor y dijo: y si se quiere escuchar buena radio solo tienen que escucharnos en la 95.3 – rió por su modestia y despidiéndose cortésmente se marchó.